GUANTÁNAMO, Cuba, mayo, 173.203.82.38 -Regino E. Boti (Guantánamo, 1878-1958), fue el primer gran poeta cubano del siglo XX. Junto con Agustín Acosta y José Manuel Poveda inició en la segunda década de dicha centuria la renovación de la lírica nacional , que para Boti – también un lúcido ensayista, antropólogo, crítico literario, periodista, profesor, historiador y jurista- fue la única revolución literaria ocurrida en Cuba.
Desde 1978 monumento local, declarada monumento nacional en el año 2010 y construida entre 1853 y 1858, la casa natal del poeta está situada en la calle Bernabé Varona, entre José Martí y Pedro A. Pérez, No.405, Guantánamo. La casa es una construcción de altas columnas de madera, techo de tejas, paredes de adobe, madera y mampostería, numerosos cuartos y dos bellos patios interiores. Por ser una edificación representativa de la arquitectura colonial fue incluida por Lilian Llanes en su libro “Casas de la vieja Cuba” y es el único monumento nacional que tiene el municipio de Guantánamo en la zona urbana.
El paso del tiempo, unido a la imposibilidad de que sus moradores, los descendiente del poeta, puedan realizar acciones de mantenimiento, debido a las limitaciones legales intrínsecas a su condición de monumento y a la inacción de las autoridades, que desde hace muchos años debían haber iniciado su restauración, han colocado al inmueble en una situación calamitosa.
Dos mil novecientos cuarenta y un cuadernillos con comentarios del poeta sobre política, arte y otros temas, más de seis mil páginas de su correspondencia con intelectuales cubanos, latinoamericanos y españoles, ensayos inéditos sobre figuras relevantes de nuestra cultura y de otros países- entre los que se hallan José Martí, Julián del Casal y el nicaragüense Rubén Darío-, más de tres mil poemas inéditos, 600 acuarelas, alrededor de sesenta mil libros , 35 000 revistas y periódicos -colección que ni siquiera posee la Biblioteca de Guantánamo- así como miles de páginas con comentarios sobre la obra del guantanamero se adentran cada día en las fauces del deterioro, acosados también por los actos vandálicos e indecentes que se cometen con total impunidad en el propio portal de la casona .
Desde hace varios años el gobierno de Guantánamo ha emprendido múltiples acciones constructivas para recuperar instalaciones dedicadas a la gastronomía y otros servicios, lo cual es loable, pero en cuanto a la conservación del patrimonio de Regino E. Boti ha existido una contumaz indiferencia a pesar de que el deplorable estado del inmueble y los riesgos que corre han sido advertidos públicamente por el periódico Juventud Rebelde y la revista El Mar y la Montaña.
No estaría mal que los encargados de hacer cumplir el art.39 inciso h de nuestra Constitución recordaran que el hombre tiene dos hambres -según escribió Onelio Jorge Cardoso en su cuento Caballo de Coral– y que no sólo de pan vive el hombre, como magistralmente dijera Jesucristo a sus discípulos.