LA HABANA, Cuba, mayo, 173.203.82.38 –Es conocido el casi inexistente acceso de los cubanos a Internet, razón por la cual es ahora que algunos masones cubanos han podido ver una entrevista realizada por el periodista norteamericano Tracey Eaton a José Manuel Collera Vento, ex Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, también conocido como el Agente Gerardo de los servicios de la inteligencia cubana, para los que trabajaba como agente encubierto infiltrado en la masonería.
La entrevista, publicada el 13 de abril en el blog Along the Malecon, consta de dos partes. El entrevistado combina sonrisas despectivas con alusiones irónicas hacia quienes intentaron utilizarlo para organizar una red humanitaria “entre comillas”, según dice. Durante su intervención Collera – que llegó a ocupar los cargos de Gran Maestro (2000-2003) y de Gran Secretario (2003-2006)- intenta justificar el uso de sus cargos en la Gran Logia de Cuba para realizar un trabajo de inteligencia, destinado a impedir la ayuda de algunas ONGs internacionales a instituciones fraternales y religiosas de la Isla.
Después de esbozar lo que a su entender es la Masonería, el agente Gerardo reconoce que la misma “es una hermandad y se trata de no tratar temas que dividen al ser humano”. Añade que esta institución “es una formidable reserva en un mundo de diálogo, porque en su seno concurren personas de diferentes posiciones respecto a la religión y la política (…)”. Al respecto, un ex masón que se dio de baja de la Institución, y solicitó permanecer en el anonimato, señaló: “Eso será en otros países. Aquí la Masonería no es capaz de auspiciar nada de forma independiente. Esta Institución ha perdido la influencia sobre su entorno social”.
Collera considera que con su acción como agente de la Seguridad del Estado mientras era a la vez Gran Maestro masón, la Institución no intervino en política, porque “lo hice como cubano, como combatiente revolucionario”. Asegura que las personas que fueron denunciadas por él (entre ellas, cuatro masones), habían pretendido “utilizar a la masonería para fines contrarrevolucionarios”. Entre las pretensiones que Collera estima contrarrevolucionarias, se hallaban la de establecer en las logias bibliotecas, a las cuales el agente califica de “independientes” (presumiblemente porque en ellas no estaría prohibida la lectura o consulta de ningún material) y la distribución de medicinas a la población.
Al referirse a su expulsión de la masonería, Collera afirma “cuando se adquiere la condición de masón, es para toda la vida”, y narra que dicha sanción se debió a que “yo propicié en Cuba la fundación de logias de mujeres masonas …en contra de la corriente masónica”.
Un juez de la Corte de Justicia Masónica, que solicitó no ser identificado, observó que Collera Vento omitió en la entrevista que fue sancionado en dos oportunidades por ese órgano. La primera vez, por “incumplir con sus deberes como Gran Secretario”, fue sancionado a dos años de suspensión. La segunda sanción, por “perjurio y traición”, consistió en su expulsión definitiva de la Masonería.
Por su parte, un ex alto dirigente masónico, que también solicitó el anonimato, expresó: “La condición de masón la dan los juramentos que se asumen, compromisos que Collera violó, por lo que, de hecho, nunca fue masón”.
Desconozco si el Sr. Tracey Eaton ha procurado contactar a alguna de las personas mencionadas por Collera Vento, para conocer sus opiniones sobre este caso.