LA HABANA, Cuba, junio, 173.203.82.38 -Por estos días el Ministerio de Educación realiza reuniones para resumir el curso escolar 2011-2012 que llega a su final, y al propio tiempo emitir las orientaciones con vistas al período docente 2012-2013 que comienza el próximo mes de septiembre.
Con respecto al nuevo curso escolar, la viceministra de Educación, Kenelma Carvajal Pérez, reafirmó que la mayoría de los estudiantes que egresan de la enseñanza secundaria básica irán para las escuelas de Educación Técnica y Profesional, y una menor cantidad de educandos matricularán en los institutos preuniversitarios. Y de los dos niveles que comprende la enseñanza técnica y profesional, técnico de nivel medio y obrero calificado, se prevé que este último reciba la mayor cifra de estudiantes.
La Viceministra aclaró que para el logro de semejante fin se precisa de una ardua labor de convencimiento con las familias, ya que muchos padres siguen aspirando a que sus hijos se formen como profesionales de nivel superior. Y a renglón seguido, como para marcar una diferencia entre lo realizado en el curso que ya concluye, y lo que deberá hacerse en el próximo, la funcionaria apuntó que era necesario revisar la manera de organizar el proceso docente-educativo, “porque la preparación de los obreros calificados exige el aprendizaje de las habilidades técnicas del oficio en un corto período de tiempo”.
Este curso escolar 2011-2012 fue el primero que contó con una elevada matrícula en las distintas especialidades de obrero calificado. El plan de estudios incluyó, además de las materias específicas, una apreciable dosis de asignaturas básicas como Matemática, Español e Historia de Cuba. Lo anterior sirvió para tranquilizar un poco a los padres de los alumnos, pues la impartición de esos conocimientos generales no haría de sus muchachos unos obreros calificados cualesquiera, sino que los convertiría en albañiles, carpinteros o mecánicos con un adecuado nivel cultural, lo que les permitiría después, incluso, continuar estudios superiores.
Sin embargo, eso es precisamente lo que se desea modificar, de acuerdo con las palabras de la Viceministra. El sistema educacional cubano no puede perder mucho tiempo en hacer que los futuros obreros calificados se adentren en los vericuetos del álgebra, se entrenen en la identificación del sujeto y el predicado en las oraciones, o comprendan el significado del Partido Revolucionario Cubano fundado por Martí. Es necesario que los profesores de esos muchachos vayan directamente a las esencias: el estudiante de albañilería debe aprender pronto cómo levantar una pared; el carpintero, la manera de ubicar el encofrado; y el mecánico, el modo de reparar un motor u otro mecanismo.
La reunión de preparación del venidero curso en la enseñanza técnica y profesional insistió, además, en la importancia de adiestrar mejor a los claustros de profesores, incrementar la calidad de las clases prácticas, perfeccionar el funcionamiento de las aulas anexas que existen en muchos centros de producción y servicios, así como fortalecer el proceso de formación vocacional desde las edades tempranas, con énfasis en la secundaria básica, que es donde se define la continuidad de los estudios.
No obstante, no hay dudas de que el trabajo principal debe de hacerse con las familias de los futuros obreros calificados, para que comprendan que el futuro de sus hijos no es de oficina, sino de cemento, grasa y sudor.