RANCHO VELOZ, Cuba, enero, 173.203.82.38 -Promesas y evasivas. Es lo que el gobierno ofrece a los residentes de este pequeño pueblo, en la central provincia de Villa Clara, con respecto a las tantas veces solicitada ambulancia para su policlínico. Los jerarcas locales del Ministerio de la Salud siempre responden lo mismo:
“Pronto estará la ambulancia entre nosotros”.
Mientras, los pacientes graves continúan muriendo en el cuerpo de guardia del policlínico, por falta de transporte para remitirlos a otras instancias con mejores recursos. La ambulancia más cercana, si estuviese disponible, debe venir desde Corralillo, que se encuentra a más de 20 kilómetros de distancia.
Recientemente, un niño nombrado Yelieny Martínez Saborat, de siete años de edad, sufrió intoxicación al beber de un pomo etiquetado como refresco (se lo encontró tirado a orillas de la playa La Panchita), pero que en realidad contenía ácido clorhídrico. Las consecuencias fueron graves, pues en el policlínico del pueblo no contaban con los medios para darle una correcta atención.
Los padres de Yelieny, cuando vieron que pasaba más de una hora sin que el niño reaccionara, tuvieron que salir corriendo a las calles, a pedir que la gente les ayudaran con dinero o con un transporte para poder trasladarlo hasta el Hospital 9 de Abril, en la ciudad de Sagüa la Grande.
La vida del niño aún está en peligro, aunque ha mejorado, gracias a un chófer particular que humanamente los llevó hasta el hospital. Ahora, los padres de Yelieny, que aún se encuentran afectados por el susto, están pendientes de una notoria citación que han recibido desde el Departamento de Atención a la Población, ubicado en el Poder Popular Municipal de Corralillo, para que se presenten a discutir algo cuyo asunto no aparece reflejado en la citación.
Lo más probable es que en esa entrevista no se converse sobre la falta de la ambulancia. Aún menos sobre la salud de Yelieny. Seguro es que el enfrentamiento será de naturaleza política, debido a la atmósfera de crítica y protesta ciudadanas que provocó la madre del niño.
Porque según los administrativos del policlínico, esta madre convirtió la gravedad de su hijo en un acto de repudio contra el gobierno.