LA HABANA, Cuba, noviembre, 173.203.82.38 -Para cualquier cubano con sentido común, la noticia sobre la deficiente profesionalidad de los médicos bolivianos graduados en Cuba, simplemente confirma algo que conocemos bien: el pésimo estado de nuestro sistema de enseñanza a todos los niveles.
El declive en esta área es parte de un proceso que engloba a la inmensa mayoría de las instituciones y actividades del país y donde se percibe la decadencia, en muchos casos irreversible, debido a los disparates que fomentan el descontrol y la ineficiencia.
En el caso de la ayuda del gobierno cubano a decenas de países de África y América Latina, educando sus médicos o enciando médicos cubanos a prestart servicios en esas tierras, es válido decir que esos gestos presuntamente altruistas tienden a ser magnificados por la propaganda, más allá de sus limitaciones y carencias.
La ambiciosa masividad, combinada con la falta de correspondencia entre los recursos disponibles, materiales y humanos, ayudan a que se generen estos desastres que echan por tierra los publicitados grandes éxitos de una “solidaridad” , que tiene más de demagogia, cambalache y propaganda política, que de altruismo.
¿De qué ha servido que existan en Cuba tasas de graduados universitarios que igualan e incluso superan las de países desarrollados?
La realidad enseña que la cantidad de diplomas expedidos no se corresponde con la calidad de los profesionales que los reciben. Esto, cuando se trata del campo de la medicina, se torna en un problema que amenaza la vida de los pacientes.
En la lista de médicos graduados aquí que no servirían ni para ejercer como enfermeros en un hospital municipal, no solo aparecen bolivianos. También hay muchos cubanos. En la mayoría de los establecimientos de salud capitalinos abundan los medicos que no cumplen con los requisitos del juramento hipocrático, ni sabrían cómo lidiar ante determinadas complejidades clínicas.
Las muertes o complicaciones por negligencia médica, por falta de previsión o malos diagnósticos, son algo corriente en nuestro país, donde se han perdido valores de cardinal importancia y donde la mediocridad alcanza niveles estratosféricos.
Según dictaminaron las autoridades bolivianas del comité encargado de analizar el nivel de los nuevos galenos de ese país graduados en Cuba, éstos no cursaron ni el 70 por ciento de las materias que se exigen en el sistema académico de ese país.
La protesta del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana, frente a la irrupción de centenares de médicos graduados en la Isla, se suma a otras ocurridas en naciones que participan en estos acuerdos.
En Cuba es alto el riesgo de morir en un hospital, por causa de la indolencia médica y de otros factores que sobrepasan lo inimaginable; hacen bien los bolivianos al tratar de evitar que el nuevo ejercito de matasanos “made in Cuba” se sume a los muchos que ya tiene ese pobre país.