MADRID, España, junio, www.cubanet.org -La Zafra 2012-2013 alcanzó el 89.0% del 1.6 millón de toneladas de azúcar aproximadamente que el gobierno de Cuba esperaba producir, se informó en la reunión de balance del Grupo Azucarero, encabezada por el vicepresidente José Ramón Machado Ventura, el 15 de junio. Las causas se atribuyeron a las afectaciones en la eficiencia agroindustrial, no moler el volumen de caña planificado y las consecuencias del ciclón Sandy en las provincias orientales.
Este resultado es sorprendente, teniendo en cuenta la nueva organización, la incorporación de más centrales, la adquisición de equipamiento agrícola brasileño de alta productividad, como cortadoras de caña, tractores y sistemas de riego, así como de otros importantes insumos. Evidentemente está resultando muy difícil restituir el otrora sector fundamental de la vida socio-económico-cultural, que originó la popular y premonitoria frase: ¨Sin azúcar no hay país¨.
El presidente Fidel Castro decidió desactivar y desmontar casi las dos terceras partes de los centrales azucareros y sus áreas agrícolas bajo el criterio de que los costos de producción no justificaban su continuidad, en lugar de procurar eficiencia y productividad con el objetivo de garantizar el consumo nacional e incrementar las exportaciones de azúcar y sus derivados. Se perdieron así los años de mayor precio de esta materia prima y la experiencia acumulada durante siglos. Cuando se pretendió recomponerla a través de los mismos directivos que la destruyeron y con los métodos voluntaristas de los últimos 50 años, la situación era tan caótica, que el gobierno decidió una reorganización total. A finales de la década de 1950 existían 161 centrales azucareros, entre 1980-1990 se construyeron 8 y había 156, en 2000 eran 100 y en 2011 quedaban 56, con sólo 39 medianamente aptos para participar en la zafra que produjo 1,1 millón de toneladas.
El Grupo Azucarero (AZCUBA), organización superior de dirección subordinada al Consejo de Ministro, se creó mediante el Decreto-Ley No 294 del 29 de octubre de 2011, asumiendo las funciones del Ministerio del Azúcar, para orientar, dirigir y controlar las actividades de producción agrícola cañera y agropecuaria, así como de azúcares, sus derivados y energía eléctrica, la mecanización, el desarrollo de nuevas tecnologías, la política económica y financiera para la agroindustria azucarera y su modernización. Está integrado por 25 empresas provinciales y de servicios, incluidos dos institutos de investigaciones sobre la caña y sus derivados, y el Centro Nacional de Capacitación.
La Zafra 2011-2012 fue la primera ejecutada durante el proceso de traspaso de funciones, y logró el 94.0% de la producción prevista (66 502 toneladas menos), que según datos extraoficiales fue de alrededor de 1,2 millón de toneladas, todavía en los niveles del siglo XIX. Sin embargo, para la recién terminada Zafra 2012-2013 funcionaron 50 centrales azucareros, 11 más que en los dos años previos, y se anunció que estaba garantizada la llegada a tiempo de las importaciones y las producciones nacionales de los insumos para la actividad agrícola y las reparaciones de los centrales. Al iniciarse, Orlando Celso García, presidente de AZCUBA, expresó en el central 30 de Noviembre de Artemisa: ¨Vamos a hacer una zafra superior y nos preparamos a tiempo para ello¨, y enfatizó la importancia de hacer bien las cosas para alcanzar la eficiencia, según Cubadebate.
Sin embargo, los motivos de los malos resultados actuales y las exhortaciones para la próxima zafra suenan muy conocidos. Los escuetos reportes de prensa parecen copia de años anteriores. En la reunión de balance de AZCUBA, Machado Ventura abogó por cumplir los planes de molienda, rendimiento industrial y frescura de la caña para lograr la eficiencia en las zafras…y afirmó que la campaña recién concluida contó con lo necesario para materializar el plan. Exigió que cada cual cumpla la parte que le corresponde y tomar las experiencias de los centrales de mejores desempeños. Instó a verificar que las fábricas estén listas verdaderamente para iniciar las operaciones, y que no se trate de una declaración formal, sino que realmente estén en condiciones de moler alto y estable durante toda la campaña. Dijo que la zafra es una operación dinámica que requiere un mando integral, una batalla de varios meses que exige estar actuando constantemente e indicó que hay problemas que se reiteran todos los años…y que si en cada central se trabaja bien, se gana mayor salario, lo cual es un estímulo para la permanencia del personal en los ingenios.
Resulta evidente que no se avanza debido a la aniquilación de la especialización técnica que garantizaba conocer al detalle el tándem junto a toda la maquinaria del central, y la falta de la experiencia en los procesos productivos agrícola e industrial, pero muy especialmente por la ausencia de estímulo a los trabajadores con bajos salarios y carencias en su vida cotidiana, en un ambiente ajeno al compromiso y el orgullo emanados de la tradición que corría en los bateyes de los centrales durante muchas generaciones. Este sector es una muestra de la imposibilidad de avanzar, cuando se mantienen los conceptos y métodos fracasados.