LA HABANA, Cuba, julio (173.203.82.38) – El periódico Granma anunció recientemente que para finales del 2011 los cubanos podrán vender y comprar viviendas. A pesar de la ansiedad de los cubanos por que entren en vigor las regulaciones que flexibilizarán los trámites relacionados con la trasmisión y legalización de inmuebles, algunos guardan recelos.
Según el diario, “el pago del precio acordado entre las partes se efectuara a través de una agencia bancaria”. “Eso no me gusta, ya me extrañaba a mí que la pusieran tan fácil”, dijo Manolo en la cola del pan donde comentaba la noticia.
El hombre, reparador y llenador de fosforeras, tenía recelos respecto a la exigencia de abrir una cuenta bancaria, al menos para el comprador. “Lo que más me preocupa es tener que justificar el dinero”, comentó.
El gobierno sólo reconoce como lícitos los ingresos provenientes del trabajo, remesas o herencias. “¿Cómo justifico el dinero que mi hermano me manda a través de las mulas o una agencia no reconocida por el gobierno? ¿Y si adivino un número de lotería? –apunta Manolo.
En Cuba los juegos están prohibidos, y sancionados penalmente. También existe el riesgo para quien no pueda acreditar sus entradas de dinero, de ser procesado administrativamente por enriquecimiento indebido. En estos casos, se presume que los ingresos son producto del robo al Estado, que puede confiscar viviendas, autos, cuentas bancarias, etc., adquiridos en un periodo de tiempo determinado, que puede ser anterior al momento en que se verificó el aumento patrimonial, que supuestamente enriqueció al individuo y los familiares allegados, que no puedan justificar la procedencia de sus bienes.
Los impuestos también se encuentran en la lista de preocupaciones de los que están obligados a crear una cuenta bancaria para comprar una vivienda. El vendedor debe pagar impuestos por ingresos personales y el comprador por trasmisión de bienes.
Las tasas impositivas también inquietan. En el mercado negro la propiedad inmobiliaria se cotiza en pesos convertibles. Una habitación de mampostería, con cocina y baño, ubicada en la periferia de la ciudad, puede costar alrededor de 6 mil dólares. Los impuestos por la compra alcanzarían varios miles de pesos en moneda nacional
Los más inquietos analizan la situación comparándola con los impuestos del trabajo por cuenta propia. “Si al que con su trabajo llega a ganar más de 50 mil pesos, le exigen el 50% por ingresos personales; imagine cuánto nos quitarán por vender una casa” –comentó Guillermo Brito, dependiente de una cafetería particular.
El trámite, sin dudas, evitará la evasión fiscal; pero no la defraudación en las declaraciones juradas. Al parecer, la flexibilización de las regulaciones burocráticas en la trasmisión de viviendas no eliminará la repetición de las ilegalidades y la corrupción”, tal como aseguró Granma y espera el gobierno comunista de la isla.