LA HABANA, Cuba, mayo, 173.203.82.38 -Voy a tratar de explicar cómo las fuerzas de extrema izquierda, que declaran profesar la “democracia verdadera”, arrastran a los pueblos, y en particular al campesinado, utilizando para ello la mentira y supuestas teorías marxistas no comprobadas en la práctica, con lo cual autentican su poder dictatorial.
El régimen castrista, en el contexto ideológico, experimenta y aplica diferentes métodos sociológicos con los agricultores cubanos, a fin de garantizar su alianza y fidelidad. Los discursos y las disertaciones políticas organizadas por sus asociaciones de masas han sido las estrategias más comunes usadas por los hermanos Castro para continuar en su obcecado poder, aun cuando al pasar de los años estos se desvanezcan en mentiras y el olvido popular las sienta como sueños fracasados.
Con tal propósito, y para demostrar los artificios que el gobierno comunista ha usado con nuestros agricultores pequeños y en lo tocante a la producción de alimentos, pongo a la disposición del lector las mentiras que ha usado el ex líder y que ahora recompone su hermano menor.
Cito: «Ese modo de producción aislado, con el bueycito, donde no se puede emplear una máquina, sin ayuda de las máquinas, ni de la técnica, ni de la electricidad, de nada, viviendo en esas condiciones, es atrasado. Pero sin embargo, el hecho de que nosotros creamos que es atrasado, no implica que nosotros consideremos que tenemos que imponer una solución. Ese es el principio fundamental de la política de la Revolución con los campesinos, que es la absoluta voluntariedad en todo lo que se haga con relación a los campesinos». Fidel Castro. Enero 5 de 1969.
Descomposición de este pensamiento y surgimiento de las mentiras:
– El uso de la tracción animal: es exigido y se sustenta mediante un programa del ministerio de la Agricultura, enfocado al campesinado para tenga su yunta de buey y compre los implementos agrícolas afines a este medio de explotación de la tierra. Evidentemente es una imposición por falta de compromiso gubernamental en facilitarles a los productores privados la comprar medios mecanizados en mercados de libre oferta, pues los que se adquieren son distribuidos por el Estado a las personas jurídicas agrarias de sus intereses.
– La ayuda de la técnica: es un principio del desarrollo científico agrario; sin ella ha sido imposible garantizar la sustentabilidad alimentaria que necesita el país. El productor individual no ha podido utilizar estas herramientas ni sus recursos tecnológicos, porque ellos son controlados, dirigidos y administrados en función de los intereses del Estado, de modo que aun cuando el agricultor individual aporta a la sociedad, no tiene derecho a la elección y disposición libre de las técnicas agrarias.
– El uso de la electricidad: es un recurso estatalizado por el régimen. Este medio energético, que es balanceado por el poder público comunista, se dispone e instala de forma dirigida por tecnócratas castristas caracterizados por el favoritismo, la corrupción y el amiguismo. De tal forma se hace imposible tener acceso directo a dichos servicios y que todo propietario de tierra sostenga nexos contractuales de forma directa con el suministrador energético.
– Finalmente, la mayoría de los productores agrarios está sometida a deficientes condiciones de vida, trabajo y atención pública, lo cual se ha reflejado en los más de 50 años de crisis económica y pobreza agroalimentaria. El octogenario ex dictador y su hermano en nada han practicado el principio de voluntariedad en todo lo que se ha hecho con relación al campesinado cubano.
“¡Que poco respeto se le tiene a un pueblo, cuando se le trata de engañar tan miserablemente!”, decía el ex líder en su alegato histórico conocido como “La Historia me Absolverá”.