LA HABANA, Cuba, enero (173.203.82.38) – Hace ya mucho tiempo que la crisis económica que nos afecta ha extendido sus tentáculos sobre la práctica masiva del deporte. Por todas partes vemos piscinas sin agua, canchas de baloncesto sin aros, y terrenos de pelota abandonados y con la hierba que casi los cubre. A la falta de recursos para dar mantenimiento a esas instalaciones, se une el hecho de que los implementos deportivos que se venden en las tiendas de divisas no están al alcance del ciudadano promedio. Cómo se extrañan aquellos equipos improvisados del barrio (pitenes, se llamaban) que antaño colmaban nuestra geografía.
Lo novedad consiste en que hasta el deporte de alto rendimiento se ha visto afectado por la debacle económica. Es una muestra indudable de que la crisis se agudiza, pues se trata de una actividad que siempre el gobierno quiso preservar, que le ha servido a los gobernantes para intentar demostrar la supuesta superioridad del sistema comunista.
El pasado año se suspendió la serie selectiva de béisbol, muy necesaria para elevar el rendimiento de nuestros peloteros, quienes son superados cada vez con más frecuencia por sus rivales en la arena internacional. Este año la escasez de energía eléctrica ha obligado a programar casi la totalidad de los juegos de la serie nacional en horarios diurnos. En muchas ocasiones los peloteros juegan con los estadios vacíos, puesto que en esos momentos la mayoría de los aficionados están trabajando. Pensándolo bien, ese sería uno de los pocos consuelos para el medio millón de personas que van a quedar desempleadas: van a tener el “privilegio” de presenciar en vivo y en directo los juegos de la serie nacional de pelota. Quizás hasta se llenen los estadios con tantos desempleados.
Hace poco más de dos semanas la Federación Nacional de Ciclismo anunció la cancelación de la Vuelta a Cuba que debía celebrarse este año. Un evento de gran arraigo en el país, y que iba a servir para preparar a nuestros ciclistas con vistas a los importantes compromisos que tienen por delante.
La suspensión de la vuelta se produce cuando la isla se apresta a participar en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, una cita donde los cubanos pretenden mantener el segundo lugar en el medallero, a pesar de la pujanza de rivales como México, Brasil y Canadá. Sin embargo, la citada merma de recursos económicos, la falta de topes para nuestros deportistas con adversarios del área (recordar las ausencias a los Juegos Centroamericanos de El Salvador y Mayagüez), así como la creciente fuga de atletas consagrados y jóvenes talentos, pudieran dar al traste con semejante aspiración.