LA HABANA, Cuba, marzo, 173.203.82.38 -La víspera del 28 de febrero pasado se realizó la despedida de Ángel Santiesteban, entre amigos y familiares del escritor y bloguero cubano, que fue sentenciado a 5 años de privación de libertad, por el Tribunal Provincial de la Habana, luego de haber sido desestimado su derecho a la defensa.
Esa noche, en Estado de SATS, también rugía el mar, reventaba la ola, en la noche negra, contra las rocas del castillo ensangrentado, parafraseando a Martí en el prólogo de sus Versos Sencillos.
Después de la lectura de algunos de los relatos de su libro Dichosos los que lloran, premio Casa de las Américas del año 2006, Ángel expresó a los presentes: “Tengo un libro terminado que me gusta mucho, ojala que sea el mejor de mis libros. Se llama “Libre Albedrío”. No tiene nada que ver con los primeros, es un libro sobre el absurdo. Un homenaje a Kafka. Estoy terminando otro libro, se llama Zona de Silencio, como llamamos a esta noche Ailer (esposa de Antonio Rodiles) y yo, porque estamos rompiendo el silencio de la zona”.
Ángel nos dijo también: “Para no exagerar, tengo poco más de 10 libros inéditos terminados, y tengo un almacén de libros de cuentos escritos, que no he logrado engarzar en el libro: alrededor de 80 cuentos quizás, terminados también. Hay que justificar el tiempo, y creo que si me pasan la cuenta: he trabajado, he laborado, para satisfacer, para ayudar un poco y poner mi granito social a la cultura, y que no pase lo que le ha pasado a otros. Yo sí escribo lo que me urge, lo que necesito escribir. Solo si me parece que es malo artísticamente, entonces sí soy un gran censor conmigo mismo. Pero si es el cuento que me va a traer el fusilamiento, entonces me van a fusilar”.
Es una pena que por motivos de espacio no puedan ser reproducidas aquí todas las interesantes revelaciones que nos hizo aquella noche, siempre en un tono modesto, desosegado y firme, con el que concluyó: “Para mí la Demanda Ciudadana Por otra Cuba”, exigir al gobierno la ratificación de los Pactos de derechos civiles y políticos, económicos, sociales y culturales es la gran bendición, la voz de Dios. Eso es más importante que nosotros mismos. La libertad de Cuba radica en eso.”
Ángel, citado para el día 28, a las 9 de la mañana, en el mismo Tribunal Provincial de la Habana, fue conducido a la prisión de “Valle Grande”, por un delito que nunca le fue probado. Al cabo de dos días, de “Valle Grande” fue trasladado a un establecimiento penal en Guanabacoa.
Los que han sido autorizados a verlo, cuentan que permanece de buen ánimo, que aún conserva su ropa, porque está en una especie de “régimen primario”.
Cinco años de la vida de un hombre han sido tomados por el poder arbitrario del Estado cubano (Revolución) que históricamente ha basado su estabilidad en la represión.