LA HABANA, Cuba, mayo, 173.203.82.38 -La agencia EFE dio a conocer, el pasado 9 de mayo, que el gobierno argentino impuso una multa de 6,75 millones de pesos (unos 1,5 millones de dólares) a la empresa de telefonía móvil Movistar -del grupo español Telefónica-, obligada a indemnizar a sus clientes con 41 millones de pesos, unos diez pesos (2,22 USD) por abonado.
La empresa compensará además a sus clientes con un día de servicio y una semana con mensajes de texto. Julio De Vido, ministro de Planificación, declaró a la prensa que la sanción responde “a la interrupción brusca del servicio por varias horas, ocurrido el 2 de abril”.
Telefónica reconoció la falla por una avería en el “software del sistema de señalización que permite efectuar llamadas, que afectó la telefonía móvil y en algunos casos también la fija”. Unos 18 millones de abonados resultaron perjudicados.
Compiten en Argentina las telefónicas Movistar-Telefónica (española), Claro (mexicana), Personal (argentino-italiana), y Nextel (estadounidense).
En Cuba, la estatal ETECSA, única empresa de telefonía fija, móvil e internet, interrumpió la comunicación fija y móvil a un importante número de clientes, no por deudas ni mal funcionamiento de software, sino por ser disidentes y periodistas independientes. Ninguno con servicio propio de internet, vedado a la ciudadanía. El objetivo del corte telefónico fue aislarlos dentro del país, y con respecto al resto del planeta, durante la reciente visita a Cuba del Papa Benedicto XVI.
Calixto Martínez, de Hablemos Press, denunció, el 30 de marzo, desde La Habana, mediante testimonios y fotos, la supresión del servicio -o el desvió de las llamadas hacia una oficina del Ministerio del Interior-, durante la visita papal, a defensores de derechos humanos y periodistas independientes.
Nada nuevo. Otro tanto ocurrió el 10 de diciembre de 2011. Desafectos al gobierno e informadores independientes fueron incomunicados telefónicamente, para impedir la Conmemoración del 10 de Diciembre de 1948, fecha en que se adoptó, en Ginebra, la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La interrupción telefónica es vieja maña del régimen cubano, aplicada cuando se acerca alguna fecha conmemorativa, o algún hecho relevante que le moleste o que pueda motivar algún tipo de acción opositora. Así evita o resta importancia a la acción contestataria.
Sin anuncio de corte ni restitución. Sin disculpa. ¡ Indemnización, ni pensarlo! Sin regalo de día libre de pago o semana de mensajes gratis. La actitud prepotente del gobierno en la Isla marca la diferencia de procedimientos entre su monopolio telefónio y las empresas que compiten en Argentina.
Da vergüenza que ocurra precisamente en Cuba, donde, como ya está reconocido, el inmigrante florentino Meucci realizó los primeros experimentos de comunicación telefónica del mundo, antes de mudarse a Estados Unidos.
La Compañía de Teléfonos de Cuba, confiscada por el Estado, se asoció con trasnacionales, llamándose ETECSA. Primero, fue con una mexicana, con la que más tarde rompió nexos; siguió una española, y una nueva ruptura; por último, una italiana, finalmente obligada a vender sus acciones a ETECSA. Estas compañías ayudaron a modernizar la obsoleta red telefónica e introdujeron la telefonía celular en el país.
Hace algún tiempo el presidente Obama autorizó a cualquier compañía telefónica y de internet de los Estados Unidos a establecer convenios en beneficio del pueblo cubano y hay companies interesadas. Pero Obama todavía espera; La Habana no quiere responder a esta llamada.