LA HABANA, Cuba, abril (173.203.82.38) – Todo hace indicar que la zafra azucarera 2010- 2011 finalizará en abril, algo que no sucedía desde hacía decenios. Esta apreciación proviene de la información brindada por la TV cubana acerca de que el programa de la zafra se había cumplido en más del 80,0 % a finales de marzo.
La noticia, sin mayores comentarios, aparentemente resulta positiva. Por fin no se molerá, como se hacía año tras año, en mayo e incluso en junio, bajo fuertes aguaceros, con contenidos de sacarosa en la caña muy bajos, y daños enormes a las humedecidas áreas de corte. Tampoco se interferirá en la preparación de la zafra siguiente, ni se utilizará materia prima que ofrecerá mayor rendimiento en azúcar en la venidera.
Sin embargo, el logro del posible término de la zafra en abril queda opacado por la extraordinaria poca cantidad de centrales que han molido en la actual zafra, sólo 39, la más baja en la historia de la industria azucarera cubana. Además, la actividad fabril comenzó muy temprano, en la primera decena de diciembre, habiendo entrado en funcionamiento en el transcurso de ese mes cerca de la mitad de los centrales seleccionados para moler, a pesar de las pocas disponibilidades de caña a procesar y de que, por lo general, en diciembre las plantaciones no alcanzan la madurez óptima para la cosecha. Quizás una anticipación dictada por las pocas existencias de azúcar en momentos que su cotización mundial ha ascendido a niveles estratosféricos de más de 30 centavos/ libra.
En estas condiciones, la zafra 2010-2011 podría alcanzar alrededor de 1,1 millón de toneladas de azúcar, una pobre cantidad semejante a la obtenida el pasado año, aunque las cifras oficiales no han sido publicadas. Es realmente lamentable que Cuba tenga una zafra tan pequeña teniendo en cuenta los altos precios. A fines de febrero era el producto alimenticio cuyo precio había crecido más, tomando como base el promedio de las cotizaciones de 55 productos entre 2002-2004, según cálculos de FAO. Esto creará fuertes tensiones en el comercio exterior cubano, que deberá enfrentar la tendencia actual al incremento de los precios de los alimentos a más del doble de los existentes en ese período, sin disponibilidades de azúcar para exportar que compensen esa desfavorable coyuntura.
Por otra parte, aunque algunos centrales parecen haber mejorado sus niveles de eficiencia, la media nacional no ha dado señales de mucho avance. El rendimiento industrial (cantidad de azúcar obtenida por unidad de caña procesada) hasta fines de marzo era de 10,67, y el cumplimiento de la molida de 67,3%, indicadores que deberán deteriorarse todavía más al descender la concentración de sacarosa en la caña a partir de abril, y el posible incremento de las lluvias con la entrada de la primavera, así como por la terminación de la actividad en los centrales más productivos.
Para tener una idea de la baja eficiencia existente, considérese que el rendimiento industrial fue de 12,83 en el período 1949-58, de lo cual se deriva -tomando ese parámetro como referencia- que en la actual zafra se dejarán de producir más de 2.16 toneladas de azúcar por cada 100 toneladas de caña molida. Esto sin considerar los bajos rendimientos de caña cosechada por área, los que en 2009 estuvieron a menos del 50,0% de la media mundial, de acuerdo a datos de la FAO.
Aunque la presente zafra azucarera termine en abril, lo que podría tener consecuencias positivas para la realización de la próxima, continúan los decepcionantes resultados con graves afectaciones para la economía en su conjunto.