MIAMI, Florida, 13 de noviembre de 2012 (Redacción, 173.203.82.38).-Judy Gross, la esposa del subcontratista Alan Gross que el gobierno cubano mantiene prisionero, se personó este domingo en las afueras de un anfiteatro de West Palm Beach, sur de Florida, donde actuaba la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, pero anteriormente había enviado un recado claro:
“Estoy aquí para enviar un mensaje a La Habana: La manera más rápida de abrir relaciones entre los Estados Unidos y Cuba, y de promover intercambios importantes de persona a persona, es poner en libertad a mi esposo”, dijo en una carta divulgada antes de su manifestación.
Según despacho de la agencia AFP, más de 500 rabinos enviaron la carta al presidente cubano Raúl Castro para sumarse a los pedidos de liberación de Gross, de 63 años, quien estaría sufriendo en una cárcel cubana problemas de salud.
“Bajo estas circunstancias, le rogamos a su gobierno que libere al Sr. Gross, en base a razones humanitarias. Alternativamente, si a pesar del sufrimiento del señor Gross y de su familia a lo largo de los últimos tres años en la cárcel, usted está resuelto a detenerlo, le rogamos que permita que un doctor de la elección del señor Gross lo evalúe y trate cualquier condición médica que pueda tener”, solicita el texto a Castro.
De acuerdo con el comunicado divulgado con la carta de la esposa de Gross, los abogados del subcontratista presentaron una petición al Relator Especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) contra la Tortura, relacionada con lo que consideran una denegación de tratamiento médico.
Cuba condenó a Gross en diciembre de 2009 por haber distribuido material de comunicaciones e informático a grupos judíos en la isla, una actividad considerada un “ataque a la integridad del Estado”.