MIAMI, Estados Unidos, 23 de enero (173.203.82.38, agencias) – “Wilman Villar Mendoza hizo de su cuerpo un campo de batalla, una plaza pública de protesta, un terreno de indignación cívica”. Con estas palabras define Yoani Sánchez la muerte del opositor pacífico Wilman Villar el pasado jueves, que ha provocado la reacción de condena de gobiernos y organizaciones en el mundo.
El Presidente norteamericano, Barack Obama, a través de un comunicado de prensa de la Casa Blanca, expresó: “Esta muerte sin sentido deja ver y resalta la represión a la que está sometido el pueblo cubano y la difícil situación que enfrentan los individuos valientes que se levantan para defender los derechos universales de todos los cubanos”.
También el Departamento de Estado norteamericano condenó la muerte del joven opositor, expresando: “Villar fue condenado por manifestarse pacíficamente contra el gobierno cubano en noviembre de 2011, una forma común de silenciar a la disidencia pacífica en Cuba”.
Por otra parte, el diputado Teófilo de Luis, del Partido Popular de España, condenó la muerte de Villar Mendoza, y declaró: “Reclamamos al gobierno de Cuba la necesidad de que de forma inmediata inicie las sesiones para la reconciliación del pueblo de Cuba garantizando los derechos humanos”; mientras, la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz, expresó en una conferencia de prensa: “Mi país está consternado por la muerte el jueves del opositor cubano Wilman Villar tras una huelga de hambre”.
Amnistía Internacional se refirió a la muerte del disidente en estos términos: “La responsabilidad por la muerte de Wilman Villar recae directamente en las autoridades cubanas, que lo juzgaron sumariamente y lo encarcelaron por ejercer su derecho a la libertad de expresión”.
En Bruselas, la Alta Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, Catherine Ashton, lamentó profundamente la muerte del opositor, y piensa que el caso crea dudas sobre el sistema judicial y penitenciario de La Habana, según informó la agencia Europa Press.
El gobierno de Chile se sumó a la condena internacional al gobierno cubano, y lamentó la muerte del disidente, y manifestó su preocupación por la situación de los derechos humanos en la isla.
Dentro del país, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que preside Elizardo Sánchez Santacruz, envió, con fecha de hoy, una carta al ministro del Interior, General de Cuerpo de Ejército Abelardo Colomé Ibarra, donde responsabiliza al Estado por la muerte de Wilman Villar Mendoza, y “solicita las garantías necesarias para realizar una investigación en tanto ONG de Derechos Humanos pendiente de registro legal”, con el propósito de rechazar o confirmar las hipótesis acerca de la muerte del opositor pacífico.
Ante la repulsa internacional y de la oposición interna por la muerte de Villar Mendoza, la reacción del gobierno cubano no se hizo esperar, y a través de un editorial publicado hoy en el diario Granma, arremete contra Chile, España, Estados Unidos y la Unión Europea, por estar –dice el editorial- “tradicionalmente comprometidos con la subversión en la isla con gran cinismo y doble rasero”.