LA HABANA, Cuba – En el primer año de servicio de los médicos cubanos en Brasil bajo el plan “Más Médicos”, han ido a parar a las arcas del gobierno cubano alrededor de 782 millones de dólares, cifra que se acerca a los 954 millones de dólares prestados por Brasilia para la terminación de la mega-terminal de contenedores de Mariel.
El régimen le oculta a la población que el gobierno de Brasil le paga al Estado cubano por cada médico del plan “Más Médicos” la suma de 4200 dólares mensuales. Pero hasta febrero los galenos cubanos solo recibían 400 dólares al mes y otros 600 eran depositados en una cuenta en la Isla. Los restantes 3200 dólares se los embolsa el gobierno.
En febrero del presente año, escapó la doctora Ramona Matos Rodríguez, que formaba parte del contingente destacado en Brasil, y denunció públicamente el expolio al que son sometidos los médicos que trabajan en el exterior.
En plena campaña electoral, los partidos de la oposición, entre ellos el centro-derechista Partido Demócrata (DEM), llevaron a la Dra. Matos Rodríguez a la Cámara de Diputados, la presentaron al pleno de los parlamentarios de ese órgano legislativo y su caso lo elevaron a los ministerios Público y de Justicia.
El gobierno brasileño se preocupó por la posible influencia negativa que el escándalo de la Dra. Matos Rodríguez en las aspiraciones reeleccionistas de la presidenta Rousseff. Así que el expresidente “Lula” Da Silva, de visita en La Habana, se reunió con el Raúl Castro y le pidió que subiera el salario de los médicos cubanos. Por tal motivo, desde el mes de marzo, los médicos cubanos que trabajan en Brasil pasaron a recibir un nuevo salario, ascendente a 1 245 dólares mensuales.
Realmente el aumento fue solo de 245 dólares. El gobierno cubano se queda con 2955 dólares, que en teoría debieran ser cobrados en su totalidad por los médicos, que realizan su trabajo en lugares inhóspitos e intricados, en condiciones extremas y con alto riesgo para sus vidas.
Las cifras sobre la exportación de servicios profesionales, principalmente de médicos y paramédicos, son secreto de Estado en Cuba: la Oficina Nacional de Estadística e Información, los Consejos de Estado y de Ministros, la Asamblea Nacional del Poder Popular y la prensa oficial no abordan el tema de manera pública.
Los servicios de salud pública gratuita y supuestamente de gran calidad y acceso universal, continúan siendo una de las principales banderas del gobierno para defender la superioridad de su arruinado modelo político sobre el sistema capitalista. Por tanto, se oculta a la opinión pública las graves carencias de médicos y la debacle del Sistema de salud pública nacional que enfrenta el país, producto en gran medida de la masiva exportación de médicos y trabajadores de la salud en general hacia otros países.
A los 35000 médicos y enfermeros cubanos que hay en Venezuela, se suman los enviados a Brasil.
Cuando se produjeron multitudinarias manifestaciones en las 20 ciudades más populosas del Brasil, en protesta por la subida de 20 centavos de real al transporte público y en reclamo de mejores servicios en la educación y la salud, Dilma Rousseff decidió ceder al reclamo de los manifestantes. En agosto de 2013, lanzó el ambicioso programa “Más Médicos”, cuyo objetivo es llevar la atención médica primaria a las regiones apartadas y a las zonas periferias de las grandes ciudades, que carecen de estos servicios de salud.
Del total de 14 000 médicos contratados por Brasilia a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), 11 400 proceden de Cuba. Los restantes son brasileños, portugueses y españoles. Los cubanos ya prestan sus servicios en la mayoría de los 26 estados de ese país.
Así y todo, los que trabajan en Brasil son los médicos cubanos que más cobran. Sus colegas especialistas que laboran en los 161 hospitales que funcionan en Cuba cobran solo unos 64 dólares mensuales.