LA HABANA, Cuba.(Misael Aguilar Hernández) -Las reparaciones emprendidas por el gobierno en algunas calles de la Habana Vieja, han generado un profundo malestar en la población debido a su demora, pues llevan meses y no han concluido aún.
El aspecto de las calles deja la impresión de que ha ocurrido una catástrofe. Bastaría ver la calle Obrapía, con esas enormes zanjas abiertas, donde, junto a los tubos plásticos del alcantarillado, se han acumulado desde desechos sintéticos hasta botellas de vidrio rotas.
La misma apariencia de la célebre calle Obrapía tienen Villegas, Aguiar, Bernaza y Compostela. Es una situación caótica, que origina problemas de higiene, pero en medio de estas acumulaciones de escombros y basura, y en ocasiones aguas podridas, personas se dedican a la venta de alimentos sin las condiciones mínimas para ello.
Hoy la Habana Vieja parece golpeada por una catástrofe, y a pesar de que la frecuentan numerosos turistas extranjeros, no tiene nada que ver con la imagen nostálgica que muchos tienen del lugar.