LA HABANA, Cuba: -La ciclista matancera Lisandra Guerra Rodríguez, devela el maltrato al que ha estado sometida por las autoridades del Instituto Nacional de Deporte y Recreación (INDER), durante sus entrenamientos y competiciones. El diario oficialista Juventud Rebelde, que la entrevistó, lo revela desde la perspectiva del coraje de la deportista, pero sus declaraciones son conmovedoras:
“Esta bicicleta que tengo ahora me la compré yo, con mi dinero. Me costó 3000 euros, gracias a una propuesta que me hicieron, porque su precio original supera los 6000 euros. La anterior era ocho o nueve años más vieja que las que usan mis rivales en el mundo, y con ella logré muy buenos resultados también.”
“Los atletas de otros países viajan con sus entrenadores, médicos, masajistas, psicólogos, mecánicos y varias bicicletas. Nosotras apenas vamos con entrenadores, y no siempre pueden ir todos.”
“Muchas veces nosotros mismos tenemos que arreglar nuestras bicicletas, es cierto. Pero no es complejo. Lo malo es que a veces no hay mucho tiempo y tenemos que concentrarnos para la competencia a la par que acondicionamos la bici.”
La atleta entrena fuertemente para la tercera parada de la Copa del Mundo a celebrarse en la ciudad colombiana de Cali este mes de enero. Esto le permitirá levantar el ritmo en el Campeonato Mundial, en París, Francia, llegando así a julio con mayor fuerza a los Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá. El ciclo termina en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Brasil.
Lisandra ocupa el sexto lugar en el ránking mundial de la velocidad, es la pedalista más rápida en América Latina. Sus medallas e incentivos económicos los ha tenido que compartir en desventaja con el gobierno cubano que toma la mayor tajada. ¿No valdrá la pena apoyar con todo a esta campeona, para que logre su mayor sueño, coronarse en la Olimpiada de Río de Janeiro 2016?