ARTEMISA, Cuba. -La fuerte crítica al gobierno cubano, en especial a Fidel Castro, se ve reflejada en el cortometraje “La muerte del gato”, del 2014, que nos muestra la cruda realidad que vivieron los de la Isla a finales de los 80´s y principio de los 90´s. Dirigido por Lilo Vilaplana, también director de la exitosa serie El Capo, se nutre de la participación de actores como Alberto Pujol, Jorge Perugorría y Bárbaro Marín.
EL corto se ha propagado por toda Cuba, a través del popular “Paquete semanal”. Al preguntar a jóvenes como Lázaro Feíta su opinión, me contestó: “Es increíble la valentía del director y los actores. Me reí muchísimo porque tengo 35 años y recordé que los gatos eran parte de la dieta de los cubanos en esa época. Yo mismo, sin ir más lejos, recuerdo haberlos probado alguna que otra vez. Al mismo tiempo sentí una gran pena por todos aquellos que tuvieron que cumplir condenas por supuestos delitos que realmente no lo son. Por el simple capricho de estos dictadores que no estaban ni están preparados para dirigir un país y se han aferrado al poder”.
Tania Morejón, una joven estudiante de Arte, me comentó: “Nunca en mis 23 años de edad había visto a nadie que se atreviera a castigar a Fidel Castro por la escases de agua y alimentos, poniendo un cuadro con su foto al revés y tener la valentía de mostrárselo al mundo, a través de un cortometraje que critique duramente al sistema. Muchos no conocen todos los abusos, la represión y las cosas que la mayoría de los cubanos tuvieron que sufrir en los 90´s para sobrevivir y darle de comer a sus hijos. Yo era bastante joven pero todavía recuerdo todos los trabajos que pasaron mis padres para poder alimentarme y vestirme”.
Jorge González, de 53 años de edad, añadió: “La tristeza me ganó cuando vi por primera vez el cortometraje, me vi reflejado en uno de los personajes. Yo también tuve muchos amigos que, por culpa de la ‘chivatería’, también cayeron presos por cosas muy injustas, como comprar un cartón de huevos en el mercado negro. Tuve que hacer maravillas para poder salir adelante y criar mis hijos.”
El polémico corto cubano ha tocado los sentimientos de muchos cubanos, que se sienten identificados con los personajes, por haber sufrido tanta represión y carencias. Los más jóvenes, que eran muy pequeños en ese entonces, simplemente se divierten y ríen con el cortometraje. La mayoría de los cubanos que lo han visto, aplauden la valentía del director y los actores.
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