LA HABANA, Cuba.- La cooperativa agropecuaria Ñico López realizó el balance anual del plan de producción del recién finalizado 2013. Unos 70 afiliados se reunieron hace una semana en un local de la calle Caimán, en la barriada Las Guásimas, del municipio Arroyo Naranjo.
La cooperativa, que tiene como renglón fundamental la producción de carne y leche, debió de entregar al Estado (que lo adquiere a 35 centavos por unidad) 66 459 litros de leche de vaca, pero tuvo un déficit de 6 699 litros.
¿Qué ocurre en estos casos? Que los campesinos “incumplidores” tienen que agregar lo que dejaron de entregar el pasado año a lo pactado para el 2014, o en su defecto pagar al Estado cada litro “faltante” a cinco pesos.
La ordenanza, que parece estar destinada a impedir que los campesinos vendan la leche a particulares, no puede ocultar su carácter leonino; el desacuerdo con ella puede ser calificado de generalizado.
Varios cooperativistas tomaron la palabra para decir, entre otros tópicos, que se ha predeterminado que cada vaca debe dar 150 litros de leche al mes, pero en eso no se tiene en cuenta si el animal se enferma, si hay deficiencia con el pienso, si las garrapatas o alguna araña las pica dañándolas y haciendo mermar su producción o, incluso, si la vaca muere.
Agregaron que tampoco se tiene en cuenta si en el Complejo Lácteo la leche es “penalizada” y declarada sin calidad.
Dijeron también que a los campesinos no le garantizan medios de almacenaje para el producto, ni transporte para trasladar la leche hacia el sitio donde el carro del Complejo Lácteo realiza la recogida, y que ese vehículo no posee la higiene necesaria.
Carlos Gariego, administrador de la cooperativa, apuntó:
-Nunca hay respuesta del gobierno a nuestros planteamientos. Sin embargo, los medios de difusión masiva hablan de grandes producciones de queso, pero cuando el campesino reclama recursos, no dan respuestas. Y un rollo de alambre (para cercados) en el mercado estatal cuesta 750 pesos, y una cántara de aluminio 600.
La carne en cuestión
En la entrega de carne, la cooperativa Ñico López también incumplió con el plan.
-Obligan a entregar X cantidad de carne a bajo precio. Si tu ganado es de buena calidad –alegaron -, en el Comercio Empresarial de Nueva Paz (provincia Mayabeque) te roban en el pesaje. Te descalifican el ganado sacándolo como desecho para la industria.
-Por esas situaciones -dijo uno de los cooperativistas-, en ese sitio se han originado incidentes violentos con los campesinos, donde han salido a relucir machetes, con el saldo de varios heridos.
Jorge Martínez, presidente de la cooperativa, aseveró que los problemas le han sido planteados a un miembro de la Asamblea Nacional del Poder Popular, pero que tampoco ha servido de nada.
-El asunto lo tiene que resolver el presidente de la ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños). La cooperativa no tiene poder, potestad ni autoridad.
Entonces alguien dijo que lo que hay que hacer es cambiar a los dirigentes.
Inspecciones sorpresa fuera de la ley
En el debate también estaba presente el jefe de sector de la Policía Nacional Revolucionaria, teniente Félix Sánchez, quien manifestó que su trabajo era descubrir y aportar información de causas que puedan llevar a delitos.
Y a los efectos contó que habían sido realizadas inspecciones sorpresivas, después de las 10 de la noche, a una finca enclavada en un lugar nombrado La Lola, y a otra en la barriada de Las Guásimas, donde se realizó un decomiso de 10 vacunos por ilegalidades internas.
La declaración del oficial puede ser calificada de interesante, pues ese tipo de acciones tienen que estar amparadas por orden judicial; además, de que la ley prohíbe efectuar registros en las propiedades particulares entre las 10 de la noche y las 5 y 30 de la madrugada.
Al parecer, la situación que afrontan los cooperativistas es en general como expresó uno de ellos:
-A los campesinos nos imponen las leyes, y aunque protestemos o estemos en desacuerdo. Todo queda ahí.
Nota: este trabajo pudo ser realizado con la colaboración de varios de los participantes en esa asamblea.