SANTA CLARA, Cuba. – El gobierno cubano se jacta de garantizar a los estudiantes universitarios, apenas concluyen sus estudios, un empleo acorde a la especialidad y la calificación obtenidas.
“En Cuba constituye una preocupación para nosotros, los padres, el futuro profesional de nuestros hijos”, refirió Liliana Rodríguez a CubaNet, sobre la ubicación laboral que oferta el Ministerio de Educación a los recién graduados de los diferentes niveles educacionales.
Todos los años, la ubicación laboral genera controversias y decepciones para muchos egresados cubanos de diferentes niveles de enseñanza. Estos jóvenes se enfrentan por primera vez al mundo laboral en puestos y lugares “que no siempre son los deseados ni cumplen con el perfil de las carreras estudiadas”. Así señaló Grétel Fernández Espinosa, de 24 años y recién graduada como Ingeniera Industrial.
A esto se suma que muchas empresas no aprovechan las potencialidades de los recién graduados que les asignan y no les proporcionan un contenido real de trabajo. “Soy obrero calificado en Eléctrica y me ubicaron en una brigada de mantenimiento en la Universidad Marta Abreu de Las Villas. Aquí hago poco de electricidad, pero sí mucho de barrendero”, opinó Erik Pérez Rivero, de 18 años de edad.
“Los egresados de las escuelas de Técnico Medio y Obrero Calificado sufren mucho para su ubicación. Vivimos el concepto de ‘hijo de mamá y papá’, y el que tiene padrino, resuelve. Este es un tema que afecta tanto a los jóvenes como a sus padres”, explicó Camilo Fernández de 46 años y profesor en un centro educativo en Santa Clara.
Detalles del proceso de ubicación laboral
Para entender cómo se produce este proceso de la ubicación laboral en Cuba, nos acercamos a un funcionario de la provincia Villa Clara del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social (MTSS), que pidió permanecer en el anonimato.
¿Cómo se efectúa el proceso de ubicación laboral en Cuba y quiénes participan?
“Se parte de un diagnóstico que debe hacer cada empresa según sus necesidades. Este es recibido por el Ministerio de Trabajo, que a su vez hace la solicitud de los graduados a los Ministerios de Educación y Educación Superior.”
“El pedido se lleva a las universidades y al interior de las carreras, se confecciona un escalafón y los estudiantes solicitan de acuerdo con las opciones que se les presentan.”
¿Qué aspectos se deben tener en cuenta a la hora de ubicar a un recién graduado?
“La carrera que estudió y las necesidades del organismo, porque la ubicación debe corresponderse con su profesión.”
¿Tiene el Estado la obligación de ubicarlos a todos?
“Tiene según la Ley esa responsabilidad, pero no siempre es posible porque hay procesos de reordenamiento en los organismos, que pueden provocar que los graduados previstos para utilizar dentro de cinco años, ya no sea necesario ubicarlos.”
¿Qué sucede con ese egresado que no se pudo ubicar?
“La Resolución No.1 del 2013 del MTSS regula que aquellos que no fueron ubicados centralmente son exonerados de cumplir el Servicio Social. Esto es válido para los de nivel medio porque a los universitarios normalmente se les ubica, y si no, de igual forma deben cumplir el Servicio Social.”
¿Qué ocurre cuando un graduado no está de acuerdo con su ubicación laboral?
“Puede impugnarla según establece el Artículo 11 de la Ley No. 1254/73 del Servicio Social, pero sólo cuando tiene una causa justificada como por ejemplo si su ubicación no tiene correspondencia con su especialidad. Esto no debería ocurrir, de acuerdo con lo estipulado en el Artículo 8 de la referida ley, salvo en situaciones excepcionales.”
Ley Blanda
Sobre esta problemática Lairet Rojas de 43 años, comentó: “Las leyes en Cuba dicen mucho, pero la práctica es otra. Por ejemplo, mi hija se graduó en Comunicación Social y la ubicaron en la Campaña contra el mosquito Aedes Aegypti, que lleva a cabo el Ministerio de Salud Pública».
Y concluye, “lógicamente los jóvenes tienen que estar descontentos, después de dedicar tanto empeño y amor a sus carreras, luego les resulta difícil ejercer la profesión. Sin lugar a dudas, la ubicación laboral en Cuba es un infortunio”.