LA HABANA, Cuba. -El 1ro de junio comenzó la temporada ciclónica en Cuba y en este corto tiempo muchas han sido las desagradables sorpresas. Entre ellas las inundaciones y derrumbes del 29 de abril en el municipio Cerro y la más reciente tormenta local severa del 11 de junio que afectó a los pobladores de Jaimanitas. Nadie está a salvo, aunque se encuentren dentro o fuera de las casas.
Pronósticos desde los EEUU
Según un equipo de pronósticos tempranos de la Universidad Estatal de Colorado, en Estados Unidos se espera que la temporada de huracanes de 2015 en el Atlántico, esté muy por debajo del promedio histórico. Los expertos del Proyecto de Meteorología Tropical de esa universidad (Tropical Meteorology Project) vaticinan que se registrarán siete tormentas tropicales aproximadamente. Añaden que probablemente solo tres escalarán a la categoría de huracanes, y una solo de ellas alcanzará tal vez la categoría de huracán de gran intensidad. Al mismo tiempo, el estudio asevera que el evento atmosférico llamado “El Niño” este 2015 será entre moderado y fuerte, condiciones que afectan la formación de huracanes y tormentas atmosféricas.
En Cuba reina la incertidumbre
Todo sugiere que junio y julio serán meses muy lluviosos en la Isla. Muchos habaneros se preguntan si las estructuras de la ciudad pueden resistir sin colapsar, lluvias y vientos de mayor intensidad. Cubanet salió a dialogar con vecinos de algunas barriadas capitalinas para recoger opiniones sobre el tema.
En la avenida 19 del municipio Playa, Cubanet dialogó con Esther San Miguel después de un estrepitoso aguacero: “A la Defensa Civil del barrio le importa un comino que las alcantarillas se tupan. Las casas viejas no soportarán un huracán. Dios nos ampare que no suceda algo semejante en esta temporada.”
Por la noche en el barrio la Ceiba, en la avenida 51, el joven matrimonio de David Guzmán y Maydel Planas comentó: “Si viene un huracán se nos cae la casa encima, aquí todo es precario. Esperamos que la Defensa Civil prevenga con la poda de árboles y destupa las alcantarillas de la zona. Si no lo hacen, esto será un megadesastre.”
A la mañana siguiente y en las calles 23 y 12 del Vedado Habanero, Facundo O’Farril, vecino de la zona, declaró: “Yo vivo en una cuartería en 25 y F, allí eso se pone feo sin huracanes, imagínate tú si nos azota alguno. Creo que vivimos en la incertidumbre del ‘que pasara sin nos azota’… más hambre, apagones, todo cerrado…”
Miguel Acota y Nelson Barroso, vecinos del capitalino barrio de Centro Habana, nos comentaron: “Nosotros confiamos en que el gobierno de este país no nos van a dejar desamparados si algún huracán nos azota. Los peligros siempre existirán, pero para eso está la Defensa Civil para protegernos de los desastres.”
Cubanet fue testigo de las inundaciones que se producen en los repartos del Wajay, Camilo Cienfuegos y Santiago de las Vegas, pertenecientes al municipio Boyeros.
En medio de una reciente inundación, Idolisa Perera, nos comentó: “Cada vez que llueve se para todo, aquí no funcionan los tragantes. La Defensa Civil hace las cosas después que ocurren. Ellos están para prevenir, no para lamentar. Mira que desastre esto, no hay transporte. Las tiendas y los mercados están todos cerrados y hay apagón en la zona.”
Cubanet comprobó en su periplo por la ciudad habanera que la gente teme por sus vidas en los barrios más precarios. La Defensa Civil reacciona lentamente y sin sentido de la obligación. La temporada ciclónica apenas comienza y ya se respira el miedo a los huracanes. Se percibe el estrés de los capitalinos que se saben a la deriva, en un país que se inunda de promesas que nunca se cumplen.