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LA HABANA, Cuba. -Zenaida Calzadilla Marquettis, de 60 años, contó a este reportero la crítica situación que vive junto a sus dos hijos, ambos enfermos mentales.
Zenaida recibe mensualmente 230 pesos de pensión. De esos, 45 se le entregan para el almuerzo. No posee dentro de su vivienda las mínimas condiciones higiénico-sanitarias. Las paredes llenas de humedad y el pésimo estado de la cubierta general del domicilio, son parte de las infrahumanas condiciones en que vive esta familia hace varios años. Una historia real, hasta ahora nunca contada.
El salario mensual de Zenaida como Operaria Panadera, según refiere, es de 225 pesos. Al añadirlos a los 230 de Seguridad Social, el total suma 455 pesos, apenas unos 20 dólares. En contraste, un saco de cemento, a precio oficial del Estado cuesta 112 pesos; un marco de puerta –hecho de pino- cuesta 250; una puerta exterior de zinc galvanizado –sin pintar- cuesta 660 y papel para impermeabilizar techo cuesta 480 el rollo, por sólo citar algunos ejemplos. A Zenaida se le hace incosteable planear la reparación de su vivienda.
Residente en la barriada de Luyanó, ubicada en el capitalino municipio de Diez de Octubre, esta familia permitió que la cámara de CubaNet recogiera la verdad que sus palabras no pueden expresar.
Durante el mes de marzo del presente año, Zenaida acudió, acompañada de este reportero, a las oficinas de Bienestar Social correspondiente, ubicada en la barriada de Santos Suárez, municipio Diez de Octubre, con el propósito de esclarecer su crítica situación como Caso Social, ante la desatención recibida hasta ese momento.
Zenaida afirma que Julio, el trabajador social encargado de atenderla, se robó casi la totalidad de la ayuda que debía haber recibido. Este reportero pudo constatar, por el testimonio de las propias trabajadoras sociales en el lugar, que este funcionario público ya no trabaja como tal, al menos en Diez de Octubre.
Fuimos atendidos por Amelia, quien le aseguró a Zenaida, en presencia de este reportero que la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social, estaba en la obligación de proveerle otra chequera por el otro hijo también enfermo mental además de la chequera para recibir el almuerzo. Aparte, una ayuda por su otro hijo Álvaro.
A día de hoy, declara Zenaida que nada de esto ha pasado.
Según Amelia, Zenaida debía presentarse ante José Lázaro, jefe técnico de la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV) para reclamar sobre un subsidio solicitado por ella en el 2013 para arreglar su casa y que aparentemente fue denegado por estas autoridades.
Según este funcionario, el subsidio solicitado por Zenaida en el 2013 le había sido denegado por pedir acciones constructivas no autorizadas para estos fondos. Zenaida solicitó esta vez un nuevo subsidio. José Lázaro aseguró además que conoce perfectamente las condiciones de vida de Zenaida pero, para este año el gobierno no había depositado aún dinero para los subsidios.
Zenaida declaró recibir en días pasados, gracias a la gestión realizada junto a este reportero, una cocina nueva, tres ollas y una cafetera y afirmó que si hubiese realizado dichas gestiones en compañía solamente de sus hijos, no hubiese recibido ni el pelo del lobo.
(Para personas que deseen ayudar a esta familia, su dirección es la siguiente: Calzada de 10 de Octubre # 319, apartamento 3, municipio Diez de Octubre, La Habana, Cuba)