LA HABANA, Cuba, 17 de abril, 173.203.82.38- Durante el mes de marzo de 2012 se verificaron en Cuba al menos 1,158 detenciones arbitrarias por razones políticas, la cifra más alta en las últimas cinco décadas, según reportó el martes la Comisión Cubana de Derechos Humanos y de Reconciliación Nacional (CCDHRN), que encabeza el disidente Elizardo Sánchez.
El informe compara la ola de represión en marzo “con las grandes redadas realizadas en todo el país en abril de 1961, a raíz de la invasión por Bahía de Cochinos” y denuncia que más de la mitad de los arrestos reportados fueron realizadas poco antes y durante la visita del papa Benedicto XVI a Cuba.
Según el documento, el número de detenciones por razones políticas durante el primer trimestre de 2012 fue mayor que las registradas en todo el año 2010.
También se indica que cierto número de detenciones fueron reclusiones domiciliarias extrajudiciales “bajo la custodia de agentes policiales y parapoliciales”. Aquellos acorralados en sus casas estaban bajo “la amenaza cierta (…) de que serían encarcelados si intentaban salir de sus hogares”.
La CCDHRN admitió que se equivocó en su informe anterior al pronosticar una posible disminución relativa de la represión política durante marzo “en la creencia de que el Gobierno de Cuba, quien seria (y fue) el principal ganador como resultado de la visita de S.S. Benedicto XVI, en términos de legitimidad política e imagen internacional, se esforzaría para propiciar una atmósfera de tranquilidad política y de participación espontánea y sin exclusiones de todos los ciudadanos, especialmente los creyentes, que desearan asistir a las dos grandes misas oficiadas por Su Santidad”.
A diferencia de meses anteriores, en marzo las autoridades cubanas no liberaron a ningún prisionero político, sino que la lista de disidentes tras las rejas se engrosó con la adición de cuatro nuevos presos: Sonia Garro, Ramón Muñoz, Andrés Carrión y Niurka Luque, “quienes fueron internados en prisiones de alta seguridad”, indicó el reporte.
La CCDHRN denunció además que, durante la visita de Benedicto XVI a la isla, centenares de limosneros, pordioseros y otros menesterosos y desamparados fueron detenidos e internados para “sacarles de la vista”, y centenares de teléfonos de disidentes fueron cortados por orden de la policía política secreta.
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