173.203.82.38 / Osmar Laffita Rojas/ Se ha podido conocer por medios en el exterior que Brasilia se comprometió otorgar a Cuba un préstamo de 150 millones de dólares a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), vinculado al Ministerio de Desarrollo, Industria y Mercado Internacional de Brasil.
Dicho dinero será destinado a la remodelación de los aeropuertos de La Habana y Santiago de Cuba, que corresponderá en su mayor parte al holding brasileño Odebrecht, que desde 1944 se dedica a la construcción de diversas obras de ingeniería en Brasil y otros países.
El BNDES, del costo total para la remodelación de las dos terminales aéreas, asumirá el 80%. El resto de los gastos, en todo lo relacionado con los servicios ingenieros y bienes de capital correrán por Odebrecht .
El costo de las dos obras se eleva 190 millones de dólares.
Precisamente fue también Odebrecht la que asumió la construcción de la moderna terminal de contenedores que se construye en el puerto de Mariel, distante a 40 kilómetros de La Habana, a un costo calculado en 900 millones de dólares. De ellos, el BNDES otorgó un crédito de 680 millones. El resto lo aportó el gobierno cubano.
A finales del pasado año Odebrecht firmó una carta de intención con el Grupo Empresarial AZCUBA, para la total reconversión de un central azucarero ubicado en la provincia de Cienfuegos. Los 60 millones que costará serán asumidos totalmente por el holding brasileño.
El silencio de la prensa oficial en torno a estas operaciones multimillonarias que llevan a cabo los gobiernos de Brasilia y La Habana, lo tratan de justificar con la puesta en vigor en Brasil de la Ley de Acceso a la información, vigente desde mayo de 2012.
Precisamente amparado en esa ley, Fernando Pimentel, ministro de Desarrollo, Industria y Mercado Internacional, en junio del pasado año, firmó un decreto que categoriza como secretas todas las operaciones relacionadas con el comercio con Cuba y Angola.
Más allá de ese secretismo compartido entre Brasilia y La Habana, es un hecho que los créditos concedido por el BNDES para la remodelación del puerto de Mariel, la reconversión de un central azucarero en la provincia de Cienfuegos y la remodelación de dos aeropuertos, se eleva a 860 millones de dólares.
Los gobiernos de Brasil y Cuba no han dicho que el BNDES ha concedido esos créditos con tasas preferenciales en torno al 7% que muchos experto consideran subsidiadas, lo que posibilita las altas ventajas competitivas que goza en Cuba la constructora Odebrecht sobre otras que desean hacer similares transacciones.